Ayer en el aquelarre sólo estaba yo, asustada mirando a tu balcón, el humo me rodeaba, los demonios deambulaban...
Hacía frío, pero en mi cabeza sonaba una canción, ( leche, galletas y ti, corazón mío a ti...). Entonces fue a más, los demonios me observaban desde sus ventanas, como si esperasen un gesto de debilidad para atacar.
He evitado demonios todos los días, pero los de anoche, los de anoche me sacaban las tripas con su silencio.
¿Qué es de una bruja sin un demonio?
Su histeria, sus vicios, su desorbitación sexual...
Dejan de ser facultades y pasan a defectos femeninos cuando el supuesto, solo es un disfraz...
Y las lunas pasan, y los besos se gastan, y las calles se estrechan, y lo disfraces engañan...
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