sábado, 22 de febrero de 2014

A solas.


Me veo envuelta en hojas de plátano, resbalando selva abajo;
me veo espantando a los pájaros  del burdel de sonrisas,
corriendo tras un conejo,
mordiendo mangos,
hablando con el búho de turno,
fumando raíces y bebiendo chupitos de fango.

Si me veo sucia, despeinada y con parásitos;
pelando mazorcas,
bailando con orcas;

Me veo sin espejos,
sin reflejos;
me veo llorando azúcar,
y bailando en cualquier ruta.

¿Dime tú, cómo te ves?

sábado, 12 de octubre de 2013

Pues cuando todo eso pasa, si todo eso...


Te aíslas, sales de esa bolita llena de aire que nos envuelve, esa que provoca efecto de seguridad, como si la seguridad fuera algo seguro, como si estar seguros nos aumentara la felicidad...

Seguridad, (Según la DRAE): Fianza u obligación de indemnidad a favor de alguien, regularmente en materia de intereses.

Pues bien, siguiendo estas pautas y según lo que escucho de muchos de mis amigos, conocidos y de los no tan conocidos. Cuando tenemos una pareja nos provoca esa sensación. La verdad es que en mi caso; me hace sentir mucho mas segura un par de cosas; un buen par de tacones y un rouge coco de Chanel en los labios. 
Empiezo a preguntarme si soy medio extraterrestre o medio loca directamente. Antes no me gustaba ir en contra de la corriente, y tiene una explicación. Pienso que al caminar a la par de muchos se hace mas llevadero, ya saben; se puede ir hablando de pelis, de zapatos, de rebajas, de hombres, de mujeres, de.... En fin de muchas frivolidades. Porque, quién no lo hace hoy en día. 

Hoy compramos un coche seguro y le hacemos un seguro al coche. En este caso, la importancia de la seguridad ya no se bien para quien es.

Yo lo hago mas fácil, intento lavar a mano los vestidos nuevos y créanme eso si te asegura que duren mas. 

Y bueno esto lo escribo porque estoy casi segura de que a nadie le hará dejar de creer en la seguridad...

miércoles, 9 de octubre de 2013

Y nos hace ver que el camino es solo una utopía...

En algún momento podemos derramarnos una taza de café en la camisa justo dos minutos antes de salir por la puerta de casa a coger el metro.
Bajamos corriendo por las escaleras, a esa hora creemos que todos van a pillar el ascensor. Casi sin mirar al cielo entramos en el gran agujero, la chaqueta nos sobra, sudamos y mientras bostezamos se cierran las puertas a los pocos instantes de escuchar un pitido.
Por fin respiramos, miramos el reflejo de nuestro yo en un cristal donde se ven caras tristes, cansadas y tan soñolientas como la tuya.
Mientras intentamos no cruzar la mirada con el mal educado que no le cede el asiento a una señora con dos bolsas cargadas de viandas para hacerle la comida al nieto, nieto que sale de instituto, coge el metro y se sienta...
Poco después de un cambio de línea salimos a la luz, nos damos cuenta que hay mas humedad que de costumbre y aunque hace frío seguimos sintiendo calor.
Ahora caminamos de prisa, ya casi es la hora. Pero corres mas, para que te de tiempo de entrar en el bar de los argentinos regentado por españoles, a comprar un café; te pides azúcar moreno y sin disolverla pagas y dices adiós.
Ya dentro, después de pasar por la tortura de encontrar las llaves en un bolso; tomas un poco de agua respiras y piensas...

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Mañana me voy a tomar un buen desayuno, de esos en los que te exprimen naranjas y huele a migas quemadas, voy mirar al cielo y caminar, voy a decirle buenos días al señor que tiene los mapas del metro, a leer mientras escucho alguna sinfonía alegre y le voy a escribir al príncipe azul para invitarle al café, me voy a poner un vestido y tacones, un maquillaje tenue pero los labios rojos, voy a mirar revistas de moda y a comer dulces, voy a ir por la derecha y así cambiaré el rumbo.                                                

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Mañana, mañana quizás no me levante, me puedo quedar en la cama e invitar al príncipe azul a hacerme compañía, podré escuchar desde mi cama a las vecinas entrar y salir con bolsas, los tacones de la de arriba, y la moto del de enfrente. Podré estar despeinada todo la mañana y dormir la siesta, hacer el amor, volver a dormir y despertar sedienta. Y aún será claro el cielo, y ya la gente no caminará tan de prisa, entonces me haré una coleta y saldré a caminar, sin cascos, sin móvil, sin frenos entre la ciudad y yo...




sábado, 5 de octubre de 2013

Mezclas

I


El café y la leche, 
las patatas y la sal,
las nubes y la lluvia,
los pies y los zapatos,
un baile y una canción,
los amigos y las risas,
la familia y la cordura,
las parejas y el amor,
el chocolate y las fresas,
un cuadro y un color,
una cinta y un piano,
una botella y una copa,
un punto y una coma.

Así, infinidad de cosas que al unirse hacen perfecta una conjunción. Y si, fuimos nosotros, nosotros los seres humanos quienes las descubrimos y nos empeñamos a muerte en encontrar esas perfectas mezclas de sabores, colores, olores y hasta de sentidos. 

Pero una linda mañana descubrimos que hay algo por el contrario que sabe, se ve y huele mejor cuando está solo, cuando nada altera su espacio gravitatorio, cuando se mueve y el aire es su único sostén.

Y si, fuimos nosotros los que los descubrimos...

La pregunta es: ¿Todo lo que descubrimos es bueno? 

Mi respuesta es: No

Descubrimos que somos muchas veces capaces de esconder lo que pensamos por seguir mezclados con la sociedad, por sentir que ocupamos una parte importante en ella; que no necesitamos ligarnos a otras personas, porque nacimos solos y solos llegaremos a la cima mas alta del universo...

Ay que sociedad la mía!



domingo, 22 de septiembre de 2013

Y ese momento donde le dejas entrar...

Fue hace mucho tiempo cuando  empezaron a rasgar sus alas, envueltas aún por un fino hilo de seda.

El ser más valiente es aquel que nunca a experimentado nada, por lo que cuando eres un niño no temes a nada virtual, no hay altura que se resista a tus enanas piernas, ni bizcocho que no pueda ser ingerido por tu minúsculo estómago...

Pero he ahí la cuestión, saltamos y nos comemos la tarta, poco después llegan la escayola y la indigestión, y sin más se nos olvida que en algún momento volveremos a creer, que podemos saltar y correr y embriagarnos y no parar hasta ver el final de ese bote rellenó de un delicioso helado de chocolate... 

domingo, 4 de agosto de 2013

Ballon rouge

Unas veces vas otras vienes, unas veces crees que me voy y otras que estoy.
Pero al final ni tu ni yo sabemos si estamos o nos hemos ido.
Como en el mar, como en el aire, como en el mundo las cosas flotan, los peces nadan y los globos siempre buscan las nubes...

miércoles, 31 de julio de 2013

Sed

Poco a poco fue absorbiendo cada mísera gota que aún vagaba en su interior.
Su desazón no era encontrar una fuente virgen, se caracterizaba por su entereza al pasar del tiempo. 
No creía en los milagros y mucho peor no  quería creer.
Y ya con ínfimas dosis, en la ventana sentada, miraba al cielo y cantaba... 
Sólo deseaba ver la lluvia caer...