Cuando abrigues tus pies y cojas el paraguas.
Al despojar el paraban de mis harapos,
y borrar las huellas de mi rouge coco.
Cuando por fin laves la camiseta que aun huele a mi,
y maches el mantel.
Cuando te deshagas de todo lo rosa que haya en tu lavabo,
y se sequen los cactus.
Ese mismo día tu vecino, dejará de protestar por los tacones y tu cocina de repente dejará de oler a leche con canela.
Tendrás todo el espacio del mundo, no habrá trabas, ni música al despertar, dejará de existir la nicotina flotante en el salón.
Se esfumarán todos los capítulos de¨Sex & The City¨, junto con las novelas de amor.
Pero si decidieras esto, desaparecerían también los besos de queso, las ensaladas de mantas,los abrazos de nata y las fondue de dedos.
La brazas del edredón y los batidos de fresa...
Así que, no te lo aconsejo...
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